Historia de un soldado (1918), de Igor Stravinsky, con el texto de Charles F. Ramuz. Una obra que Stravinsky compuso en su exilio en Suiza durante la I Guerra Mundial.
Se trata de una obra escénica con poca instrumentación (violín, contrabajo, clarinete, fagot, trompeta, trombón y percusión) pensada para un teatro ambulante. Una obra en la que la música y la historia tienen un perfecto equilibrio. Ambos lenguajes son directos y claros.
Los protagonistas de Historia de un soldado son un soldado/violinista peculiar, una princesa enferma y un diablo intrigante. En el texto, traducido por Carmen Doménech y basado en cuentos populares rusos, están presentes el enfrentamiento entre lo material y lo espiritual, entre lo que cuesta dinero y lo que no tiene precio, entre el bien y el mal. Para que fuese leída, danzada y tocada, Igor Stravisnky compuso la Historia de un soldado en el verano de 1918, en colaboración con el libretista suizo Charles Ramuz. El resultado es una ópera de cámara donde se explican las aventuras de un soldado, que de vuelta a casa, ha de enfrentarse a los engaños de un demonio que quiere apoderarse de su alma, representada simbólicamente por un violín.
Y es por todo ello que Per Poc ha querido poner en escena esta joya de Stravinsky, ya que es una obra perfecta para ser representada con un teatro de títeres que recree el ambiente del teatro ambulante y de feria de principios del siglo XX.
Una obra interdisciplinar, musicalmente muy rica, y con un texto aún muy actual. Un título, en definitiva, muy adecuado para el teatro de marionetas, que tiene en sí mismo el carácter ambulante que Stravinsky buscaba en su obra. Para que llegase a todos los lugares posibles.